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| Shaq Oneal |
Iba a ser difícil para los Celtics poder repetir el campeonato de la conferencia, independientemente de lo que sucediera en la liga. Para empezar, tenemos que recordar lo improbable que fue su carrera hacia las Finales la temporada pasada y la poca frecuencia con la que los equipos se iluminan en primaveras consecutivas. El ejemplo similar más reciente, por ejemplo, ha sido el de los Rockets de 1994-95, al año siguiente ganaron 48 juegos y fueron barridos en la segunda ronda.
Además, el vecindario de Boston acaba de dar un giro dramático y es mucho más difícil con ahora con las adiciones de Miami: LeBron James y Chris Bosh. Hubiese sido mucho más probable ver a los Celtics ganando en la conferencia si las dos estrellas antemencionadas se hubiesen quedado donde estaban.
Por último, está el tema de la edad. Rondo está en ascenso, pero casi todos los otros jugadores clave ya están de regreso. Perkins se perderá la mitad de la temporada y puede que no sea el mismo cuando regrese, y todavía no sé qué significara la salida de Thibodeau en la zona defensiva. Es probable que los números de Pierce también caigan en esta campaña.
Boston será un gran favorito para ganar la división -- podría ser el único equipo por encima de .500, de hecho -- y todavía tiene la carta de triunfo que va muy bien ante Orlando. Por desgracia, no es probable que los Celtics lleguen al punto en que sólo se pueda definir entre ellos y el Magic. Tienen rivales arrogantes como los Bulls, los Bucks y los Hawks pisándoles los talones. La defensiva de los Celtics y la química los mantendrá cerca de la cima, pero no veo la potencia suficiente como para predecir una repetición de la temporada pasada. Al final del día, creo que van a ser exactamente lo que fueron hace un año desde noviembre hasta abril. El final es el que aún veo en un cambio constante por el momento.
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